Un repaso por temas que interesan a amantes y delirantes de la comunicación

martes, 30 de octubre de 2012

Juegues o no, pescozón


Existe un juego popular que consiste en hacer un circulito con el dedo índice y el pulgar e intentar, sin subirlo más allá de la altura del pecho, que tu contrincante mire ese dichoso circulo, sin querer.
Básicamente se trata de confundir inocentemente al rival para que involuntariamente mire tu mano, caiga en la trampa y entonces impunemente, le puedes pegar un pescozón en el brazo. Y sin miedo a réplica. 


Y esto es lo que me encuentro precisamente y sin previo aviso en las imágenes de la nueva campaña de SabadellCAM, que no contentos con llevar semejante lastre de nombre, vinculado irremediablemente al saqueo y la estafa, me recuerda directamente al juego que ya he referido, cuya mayor gracia es pillar a tu adversario desprevenido y engañarle.



Lo más gracioso es que otra modalidad del juego, consiste en realizar el gesto con una mano extendida y el índice estirado de la otra mano, apoyado en ella. Sí precisamente así:


Así se me muestra la nueva y horrible campaña de este banco. Me aborda por la calle sin respetar las reglas.
Y es curioso que me recuerde a este juego, porque jugar con el dinero de la gente no lo es, pero  el pescozón ya nos lo hemos llevado. 

*Por cierto que CASER también se sube al carro

* Por si alguien piensa que me he inventado el juego o queréis aprender y no me explico bien, aquí tenéis pruebas de lo dicho: 
Grupo de facebook del juego de la mano
Explicación un poco chunga con merchandising y todo


jueves, 25 de octubre de 2012

"Damien" is the girls best friend


Como avezada e incondicional seguidora del mundo fashion, no he podido evitar fijarme en la proliferación de calaveras en todo tipo de atuendos, zapatos y  complementos. Son calaveras brillantes, como de diamantes.
No seré yo quien critique este motivo, las calaveras me gustan como estampado  pero observando con detenimiento, estas calaveras, alejadas ya de la austera bandera pirata y de lo que ello significaba, es decir, ataque a muerte y sin piedad, veo que están formadas por brillantes, ¡demonios! ¡¡Son la viva imagen de la calavera de Damien Hirst!

Damien Hirst se puede decir que es un pirata del arte del siglo XXI, su talento no se lo voy a negar porque por desgracia no tengo autoridad suficiente  para ello, pero es autor de obras tan interesantes, innovadoras y tan productivas para la historia del arte como Two fucking and two watching (de la que no he podido encontrar imagen, por desagradable),  Cofre de medicinas  o Tiburón en formol (que tiene otro nombre pero no viene al caso). Este hombre se ha hecho de oro, mejor dicho de diamantes, utilizando arte y artimaña  para vender sus obras. La última, una calavera real incrustada de diamantes y otras piedras preciosas que ni él mismo ha hecho, pero que se ha vendido por unos 74 millones de euros. Todo un artista que nos demuestra en qué derroteros anda el mundo del arte hoy en día.

Pero el consumidor vive ajeno a lo que lleva y a lo que consume, sin saber cuál es su origen, sin importarle si quiera, como aquel que lleva una camiseta de los Ramones y cree que éso era una marca. El mainstream copia siempre, ya sea en lo musical, en decoración para el hogar, o en ropa. No es original, no aporta nada, repite hasta la saciedad, machaca lo copiado y le arranca su significado, lo mata. Pero funciona, como el arte de Damien Hirst, como las cuentas en Suiza o las agencias de calificación...son los piratas del siglo XXI.

martes, 16 de octubre de 2012

Melodías de Ultratumba


Una de las cosas que más odio de esta vida es escuchar algo en contra de mi voluntad, por ejemplo, cualquier programa de Telecinco con sus gritos espeluznantes, especialmente el “De Buena Ley” cuando como con mis padres. Escuchar estupideces tampoco es de mi agrado y es de hecho cuasi insoportable para mí,  pero lo peor sin duda ni parangón, es escuchar una canción que no quiero, esto me pasa siempre en el inicio del verano, en Hogueras, bodas, cuando alguien pone la radio, y en un largo e infernal etcétera.

Amy y su doble M de... Mutua*
Dos anuncios han logrado que tenga arcadas con dos canciones, otrora,  grandiosas. A ver si lo adivináis…
La primera gran arcada se la dedicamos a la Mutua Madrileña, que no contenta con desafiar las leyes de la crisis económica poniendo spots suyos a todas horas y en todo canal, ha decidido utilizar la canción de la pobre Amy “Rehab” para atormentarnos y no es la utilización de ésta canción, sino de su cadáver, de una transformación malograda, de una versión zombie de la canción original y es efectivamente una versión zombie, porque se te mete en el cerebro y te lo come. Seguramente sus publicistas necesitan desengancharse de algo muy duro.

La segunda arcada se la dedico a Movistar y la canción de los Beatles “Come Together”, con un montón de gente contribuyendo a destruir y pudrir otra canción más en la historia de la humanidad, desde que la publicidad decidió hacer un uso ilícito de la música, con ejemplos tan inefables como Amena y el Chaval de la Peca con “Libre” de Nino Bravo;  Vodafone con “Animal Instinct” de The Cranberries y tantos y tantos miles de ejemplos que ya no puedo recordar, gracias a que las canciones zombies me han devorado el cerebro. Demos gracias a que ING ha quitado de sus anuncios esa melodía hooligan que haría vomitar al mismísimo Satán.

*imagen extraída de: http://designyoutrust.com/2012/09/mini-music-zombies/

jueves, 8 de marzo de 2012

¿Y a ti quién te da la mano, hija?

Coincidiendo con el día de la Mujer Trabajadora y sin entrar en el debate sobre si éste día tendría que existir o no, destacamos con su celebración, la intención de dar notoriedad a un sector de la población (el femenino obviamente) que trabaja (¡dichosas ellas!) o debería trabajar, en las mismas condiciones que el hombre.

En publicidad la imagen de la mujer, sus estereotipos, su rol,  son fuertemente alimentados de forma un tanto discutible, como ya he comentado otras veces. Esta vez no hablo de las “mujeres florero” o de utilizarlas como reclamo sexual, algo notorio a primera vista, sino de  ángulos y detalles más sutiles.
El oso de los seguros devora a una madre
por celos de su relación con el padre *

Por ejemplo, me fijé en el spot de Seguros Santa Lucía  porque la musiquilla que hace de hilo conductor me parece desquiciante, pero en realidad si sigues la letrita de esa endemoniada cantinela, va haciendo referencia a una cadena de apoyos que ocurre en una especie de escala jerárquica familiar  y que va del último mono (el niño pequeño) a otro hermanito, de él, a la hermana mayor, de ahí a la madre y de ésta al jefe de la manada o cabeza familiar, que claro, es el padre.

Para rematar, al padre solo le puede ayudar un gigante oso inmundo que da verdadero pavor, entre espanto y repelús, pobre hombre. (Señores publicistas, dejen de usar mascotas, esto va también por el erizo de los seguros, aunque lo cambien sigue sin ser “adorable”)

Como vemos en la “jerarquía” familiar y social que construye la publicidad, la mujer está por debajo del hombre, pero encima, el hombre tiene todo el peso de lo que ocurra, lo cual tampoco hay que tomárselo a la ligera, tanta responsabilidad no es buena para nadie: chicos, chicas, la igualdad real nos beneficiaría a todos.

Este tipo de asuntos, la imagen que se alimenta del hombre y la mujer en los medios, las películas, los libros de texto y en un largo etcétera, son importantes. Decir “trabajadores y trabajadoras”,” alumnos y alumnas”, “miembros y miembras”, no.
Publicistas…un poquito de voluntad por favor. 

* La foto es de www.ifun.es