Un repaso por temas que interesan a amantes y delirantes de la comunicación

jueves, 25 de octubre de 2012

"Damien" is the girls best friend


Como avezada e incondicional seguidora del mundo fashion, no he podido evitar fijarme en la proliferación de calaveras en todo tipo de atuendos, zapatos y  complementos. Son calaveras brillantes, como de diamantes.
No seré yo quien critique este motivo, las calaveras me gustan como estampado  pero observando con detenimiento, estas calaveras, alejadas ya de la austera bandera pirata y de lo que ello significaba, es decir, ataque a muerte y sin piedad, veo que están formadas por brillantes, ¡demonios! ¡¡Son la viva imagen de la calavera de Damien Hirst!

Damien Hirst se puede decir que es un pirata del arte del siglo XXI, su talento no se lo voy a negar porque por desgracia no tengo autoridad suficiente  para ello, pero es autor de obras tan interesantes, innovadoras y tan productivas para la historia del arte como Two fucking and two watching (de la que no he podido encontrar imagen, por desagradable),  Cofre de medicinas  o Tiburón en formol (que tiene otro nombre pero no viene al caso). Este hombre se ha hecho de oro, mejor dicho de diamantes, utilizando arte y artimaña  para vender sus obras. La última, una calavera real incrustada de diamantes y otras piedras preciosas que ni él mismo ha hecho, pero que se ha vendido por unos 74 millones de euros. Todo un artista que nos demuestra en qué derroteros anda el mundo del arte hoy en día.

Pero el consumidor vive ajeno a lo que lleva y a lo que consume, sin saber cuál es su origen, sin importarle si quiera, como aquel que lleva una camiseta de los Ramones y cree que éso era una marca. El mainstream copia siempre, ya sea en lo musical, en decoración para el hogar, o en ropa. No es original, no aporta nada, repite hasta la saciedad, machaca lo copiado y le arranca su significado, lo mata. Pero funciona, como el arte de Damien Hirst, como las cuentas en Suiza o las agencias de calificación...son los piratas del siglo XXI.

9 comentarios:

  1. Puede que sí que haya falta de "alma" en alguna de las cosas que se producen en el mass market pero no creo que se hagan réplicas o clones sin sentido o sin saber los orígenes.
    Gracias a Alexander McQueen, la calavera subió a la pasarela británica y se convirtió en icono fashion mundial con su lógicas réplicas para el consumo de masas.

    Indagar o no en profundidad en el significado de las cosas es un derecho individual, en este caso del consumidor que decide ponerse o no algo al margen de tendencias.
    Genial post!
    ;-)

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  2. Claro que es un derecho individual, al fin y al cabo un consumidor es definido a la perfección por la propia palabra, no necesita más.
    Y en lo de McQueen tienes razón, la repetición hasta la saciedad se produce después, pero es así, se pierde el alma de las cosas. Igual que cuando usas una canción en un anuncio, se le quita el alma también :D
    Gracias!!

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  3. Parece ser que Damien Hirst vió demasiadas veces los Goonies.

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  4. Más Calaveras de Hirst aquí: http://doloresfancy.blogspot.com.es/2009/06/levis-by-damien-hirst.html

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  5. Esto es lo que dice Levi's de su colaboración y vinculación con Hirst: "Manteniéndose como símbolos de rebelión reinante, cada uno surgió de la clase trabajadora hasta convertirse actualmente en iconos creativos. Hirst, forjó su reputación al suspender animales en formol y recientemente embelleciendo un cráneo humano con más de 1,000 quilates de diamantes, convirtiéndose en el artista vivo más cotizado del momento"

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  6. El Damien Hirst este , no es el que se inventó que vendió la calavera por muchisimo dinero, pero que en realidad la compró su propia galería?

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